Desde 1970, el MEJ de Francia depende directamente de la Conferencia Episcopal con la particularidad, sin embargo, de que el episcopado francés ha pedido la ayuda de los jesuitas en el Consejo Nacional, a fin de mantener la inspiración ignaciana reconocida como específica del Movimiento. En los otros países mencionados más arriba, como Italia, España, Chile, Argentina, Madagascar, etc., la vinculación con la Compañía de Jesús y el Apostolado de la Oración se mantiene con la especificidad de que la Compañía de Jesús considera el AO y el MEJ un servicio pastoral que puede y debe prestar a la Iglesia universal y a las Iglesias locales.
Al Congreso de Secretarios Nacionales del AO de 1985, Juan Pablo II decía explícitamente: «Atención especial debe prestarse a los niños y jóvenes que constituyen el Movimiento Eucarístico Juvenil, versión actual de la clásica Cruzada Eucarística.
Por su parte, la última Congregación General de la Compañía de Jesús, en 1995, en el decreto sobre la colaboración de los laicos en la misión, decía: